Cambios producidos en la práctica pedagógica a raíz del Covid-19

Cambios producidos en la práctica pedagógica a raíz del Covid-19

 

El siguiente argumento tiene como objetivo analizar y compartir con mis lectores las novedades en la práctica pedagógica a raíz de la pandemia mundial Covid-19. El mundo y por ende, la República Dominicana está atravesando desde Febrero 2020 la terrible pandemia del virus COVID-19. A razón de esto el estilo de vida en general ha cambiado.

 Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la OPS (Organización Panamericana de la Salud), los coronavirus (CoV) son una gran familia de virus que causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves.

El coronavirus (COVID-19) fue notificado por primera vez en Wuhan (China) el 31 de diciembre de 2019 y fue declarada por la OMS una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero de 2020. 

 Este virus de carácter urgente sanitario ha causado estragos en todas las áreas sociales, en especial en la salud, economía y educación; es en este último caso que voy a argumentar al respecto. 

Como consecuencia de la pandemia por la que está atravesando el mundo, la práctica pedagógica ha sufrido algunos cambios, en algunos casos ligeros, pero en otros, como en la  República Dominicana, el cambio ha sido drástico, en el sentido de que al ser un país en vía al desarrollo, no posee las herramientas y recursos digitales necesarios para desarrollar la práctica pedagógica fuera de las aulas. A pesar de iniciar la inclusión de las Tics desde la década de los años 90´s ha sido un proceso tardío y lento, en el que no todos los actores del proceso educativo dominicano tiene acceso y en muchos casos no maneja; por un lado, por el desinterés de innovar y por el otro, por la lenta inclusión a la capacitación digital.

Producto de la pandemia que afecta el mundo y con un matiz especial a la República Dominicana, el año escolar 2019-2020 de modo presencial como fue planeado, hubo que suspenderlo el 12 de Marzo, para salvaguardar la salud de todos, pero en especial la de los alumnos. 

Como consecuencia de dicha suspensión, la práctica pedagógica tuvo que implementar cambios, mismos a los que la mayoría no estábamos acostumbrados, y peor aún, sin la preparación y planificación para la realización de la práctica.

La práctica educativa antes del COVID-19

Durante toda la historia educativa dominicana, las clases de los niveles primario y secundario fueron impartidas de manera presencial. La rutina de las clases áulicas en un salón con 45 alumnos, tiza, marcadores, pizarras, butacas, sillas, mesas, en fin todo aquello que sabemos que dispone un salón de clases convencional y toda las demás actividades y parafernalia que conlleva el proceso educativo presencial .

La práctica educativa después del covid-19   ¿Qué cambió?

Hasta marzo del 2020 conocíamos el modelo de práctica pedagógica tradicional, presencial, pero debido a la situación sanitaria generada por la crisis sanitaria del COVID-19, hubo que implementar cambios bruscos de manera obligatoria, es decir, implementar un nuevo método de la educación híbrida o educación totalmente virtual, método que parecía imposible hasta hace poco tiempo, por lo menos en el caso de nuestro país.

Cambiar la rutina de las clases áulicas por clases virtuales, con la ausencia de las destrezas técnicas adecuadas en el manejo de esta metodología por parte del maestro y los alumnos, para cambiar al uso de las herramientas digitales (Laptops, tablets, celular...) acarreó una nueva forma de enseñar desde los hogares, donde el docente tuvo que implementar “al vapor” diferentes aplicaciones para preparar el contenido a trabajar con los alumnos; los alumnos tuvieron que aprender a dar una utilidad diferente a sus teléfonos, (sí, esos teléfonos que en todo momento se les prohibió utilizar mientras estaban en clases presenciales, negándoles la oportunidad de orientarles a su buen uso, señal de un sistema educativo obsoleto y con tabúes) y tablets para realizar sus labores educativas desde casa; los padres se convirtieron en co-educadores y orientadores del proceso en aras de ayudar a sus hijos. En esta nueva modalidad una gran parte de los padres asumieron su rol con mucha responsabilidad del trabajo virtual en aras de ayudar a sus hijos a cumplir con su deber, un rol que en la modalidad presencial tradicional muchos no fueron capaces de asumir.

En mucho menos tiempo de lo imaginable, pasamos de una práctica totalmente áulica a una práctica completamente digital para seguir llevando a cabo el proceso de enseñanza aprendizaje y  finalizar el año escolar con muchas limitaciones, pero logrado con niveles apropiados de cumplimiento de los contenidos académicos contemplados.

Cabe destacar que una gran parte de la población educativa no pudo concluir el año escolar de modo satisfactorio por la falta de los recursos digitales, acceso a las redes informáticas y energía eléctrica, lo cual es entendible por la premura del cambio.

Introducirnos a estos cambios de manera repentina y haber logrado lo que en la marcha se presentaba, es un indicio de que con esfuerzo y dedicación podemos asumir, manejar, superar y lidiar con las innovaciones que se presentan en la práctica pedagógica actual, producto de la pandemia del COVID-19. Para continuar trabajando y avanzando en esta nueva realidad, las autoridades correspondientes, Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD) debe asumir la responsabilidad de seguir disminuyendo la brecha digital en nuestro país, a través de su programa República Digital, los docentes y personal administrativo participar de los talleres virtuales de capacitación digital, y por último y no menos importante, los alumnos, deben dar mejor uso a los recursos digitales, aquellos que tienen la oportunidad de poseerlo.

Por otro lado,  debido a la precariedades  digitales que tiene el país, y la situación sanitaria que por el momento no muestra descenso en la curva de contagios por el COVID-19, el inicio del año escolar 2020/2021 tendría que aplazarse un tiempo o iniciarse con la misma situación de limitaciones y dificultades digitales con las que concluyó el anterior 2019/2020.


Idea y autoría: Ana García, M.Sc

Revisión y edición: José Miguel Méndez, M.Sc


Comentarios

  1. Estoy completamente de acuerdo con cada uno de esos acertados argumentos, lo que podría agregar o más bien un punto importante. Consiste en que la mayoría planteamos adaptarnos a las nuevas innovaciones tecnológicas y privamos a los estudiantes de usar los teléfonos celulares, y otros dispositivos. Por consiguiente, me pregunto cuando vamos a adaptarnos a los nuevos cambios por venir, si le ponemos un escudo al uso de las herramientas de está época del conocimiento.

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